-Uhh… que carita me traes. ¿Pasa algo? – le decía mientras
se sentaba en mi coche.
-No, simplemente he discutido con mi madre por teléfono,
nada importante.
-¿Estás bien? Si prefieres no vamos a tomarnos nada, lo
dejamos para otro día…
-Nono, me hace falta despejarme. En serio, estoy bien – dijo
sonriendo.
Aish, que sonrisa tiene. Qué guapa que es, coño!
Puse mi coche en marcha y la llevé al Starbucks. Nada como
un buen café en invierno después de comer.
En el camino estuvimos hablando de cuatro chorradas. Con
cada comentario que yo hacía Anna se reía. Tenía una forma de reírse, y una
forma de colocarse bien el flequillo, y ya cuando se mira al espejo para ver si
se le ha corrido el rímel… puff, creo bueno, no creo, lo sé. Sé que todos los
chicos de este país estarán deseando pasar una noche con ella. Yo fui tan
imbécil de dejarla escapar. No solo la dejé escapar, le hice daño y después
dejé que se marchara. Eso ha quedado en el pasado pero yo no me lo puedo sacar
de la cabeza. Fui tan tremendamente gilipollas…
Cuando llegamos, aparqué el coche y nos bajamos.
-Buah! Me flipa este sitio, está chulísimo, eh?
-Jajaja, sí. Por eso te he traído, porque me chifla este
sitio…
-Bueno vamos anda, que quiero tomarme un café con leche y
unos bollos o algo jaja – me dijo empujándome suavemente para entrar rápido.
-Venga, vamos.
Entramos en el Starbucks. Anna se pidió un café con leche y
yo un chocolate calentito.
-Dani…
-Dime.
-Me parece muy bien que seamos amigos como si nada hubiera
pasado entre nosotros, ya que fui yo la que te lo pidió, pero, te tengo que
hacer una pregunta…
-Claro, dime. – Me puse tengo de repente.
-¿Te arrepentiste?
-¿Qué? – pregunte confuso.
-Pues eso, que si te arrepentiste…
-Ya Anna pero, ¿a qué te refieres? No te entiendo.
-Pues que si te arrepentiste de haberte acostado conmigo… -
preguntó Annita con miedo.
-No. – contesté seguro.
-¿De verdad? – preguntó esta vez con carita de ilusión.
No pude evitar que me saliera una sonrisa. Esa cara era para
enmarcarla…
-De verdad. Pero, ¿a qué viene esto Annita? Creía que lo
deberíamos de haber olvidado…
Esta chica me confunde. Un día me dice que seamos amigos que
olvidemos el pasado y todo y ahora me dice que si no me arrepiento de haberme
acostado con ella. ¿Por qué me preguntará eso? ¿Querría repetir?
-Sí, claro. Lo olvidamos pero quería saber la respuesta…
-Ah… jeje. – me reí nervioso y seguimos charlando de
tonterías.
Ya habían llegado las 16:15 así que decidimos irnos. Como yo
había elegido el sitio y la había llevado yo también iba a invitar yo.
Llegamos a la reunión. Flo estaba esperando en la puerta a
que fuera llegando el resto del equipo. Como nos vio llegar juntos, empezó a
echarnos miraditas con una sonrisa tontorrona.
-Uhh… ¿qué pasa chicos? ¿Hay algo entre vosotros y yo no me
he enterado…?
-Jajaja que va Flo, solo somos amigos. Dani y yo estamos
aclarando unas cosillas del pasado… pero ya está todo bien… jejeje.
-Bueno, bueno. Podéis confiar en mí pero me fío de vosotros.
Sabéis que antes que jefe soy amigo, de los dos, ¿verdad?
-Si tío sí. No seas plasta que la chica quería ir al baño…
jaja.
-Dani! Eres tonto! Jajaja…
-Jajaja que no pasa nada hombre, que estamos en confianza
ajaj.
Anna se fue al baño y Flo y yo nos quedamos en la puerta del
edificio esperando que llegaran más personas del equipo. Vendrían dos
guionistas, una regidora, dos cámaras y algunos departamentos más. También
esperábamos a Valdi o algo así. Era el Dj y también era el Dj de ‘’El
Hormiguero’’.
Había terminado la reunión y estaba dando un paseo por lo
que sería el plató. Ahora mismo estaba vacío, bueno, había un sofá con ruedas y
una mesa en mitad de la sala pero aun estaban envueltas con papeles de
plásticos ya que estaba recién comprado.
Me fui a buscar a Anna y me encontré a Flo por uno de los
pasillos. Le pregunté por ella y me dijo que estaba en la puerta fumando.
Fumar, odio que fume.
Fui a la puerta a buscarla para ver si quería ir a tomarse
algo conmigo esta noche. Dónde está, donde está, dónde est. Ah! Ahí está!
-Hola guapa. – le dije poniendo una sonrisa encantadora.
-Hola feo. – dijo dándome un beso en la mejilla.
-Oh, que triste no? Yo te digo guapa y tú a mí feo… eso no
me gusta… - dije poniendo carita de pena.
-Jajaja no seas teatrero anda.
-Oye! Encima de que venía a invitarte a cenar y a tomarnos
algo y tú me llamas feo y teatrero. Que fuerte… Jajaja
-Bueeeno, lo siento. Jaja. Pero si sabes que eres muy guapo,
tonto!
-Pues sí, lo soy. – dije guiñándole un ojo. – jaja.
-Jaja… bueno, y eso de que venías a invitarme a cenar?
-No te lo mereces pero bueno, ¿quieres venir a cenar conmigo
esta noche? Yo invito catalana… jaja.
-Lo siento, no puedo… he quedado ya.
-Oh! Vaya… ¿una amiga? Si está tan buena como tú quiero ir… Jajaja.
-No, no es con una amiga…
-Ah… ¿Tienes una cita…? – dije desilusionado.
-No. Verás, hay algo que no te he contado, Dani…
-¿Qué pasa?
-Pues, verás Dani, resulta que…